El virus que causa la COVID 19 se transmite principalmente a través de las gotículas generadas cuando una persona infectada tose, estornuda o espira. Estas gotículas son demasiado pesadas para permanecer suspendidas en el aire y caen rápidamente sobre el suelo o las superficies. Usted puede infectarse al inhalar el virus si está cerca de una persona con COVID 19 o si tras tocar una superficie contaminada se toca los ojos, nariz o boca.
Utilizando de forma permanente la mascarilla quirúrgica y si es posible mascarilla comunitaria.
Lavarse las manos con agua y jabón mínimo 40 segundos.
Manteniendo una distancia de mínimo 2 metros con otras personas.
Fumigando de forma periódica las instalaciones.
Para frenar la expansión Covid-19, el Ministerio de Salud (MINSA) recuerda la importancia de limpiar y desinfectar los ambientes y accesorios de la casa. Estos dos procesos, realizados en conjunto, son necesarios porque permiten eliminar millones de microbios que pudiesen ser transportados de la calle al hogar, siendo el virus SARS-CoV-2, el más letal por causar el coronavirus.
La recomendación principal es la fumigación por aspersión o pulverización, ya que este método produce gotas de amoniaco cuaternario que al caer sobre las superficies permanecen por mucho más tiempo en los ambientes ejecutados. Además, cabe precisar que la fumigación debe ser parte fundamental del cuidado de cualquier hogar, oficina y área común, ya que el producto utilizado mata el 99% de las partículas que provocan el COVID-19.
Entre las principales ventajas de fumigar con la técnica de aspersión se encuentra la mayor cobertura. Al ser una aplicación con líquido se puede llegar a lugares donde normalmente no hay acceso como partes internas de grietas, huecos, zanjas, vigas, techos, entre otros.
